jueves, 26 de septiembre de 2013

Coronas que no existen.

Desde pequeñas les han dicho que eran princesas, que podían hacer lo que quisieran si se lo proponían. Que si se ponían el vestido y la corona, podían mandar a quien quisieran. Que serían las amas de un palacio, un palacio precioso, en paz y sin males ni discusiones, sin mentiras ni traiciones. Siempre les dicen que sus vidas serán perfectas, que encontraran a un príncipe del que enamorarse, y que él les cuidara toda la vida. Pero les mienten, les mienten descaradamente y sin compasión. Pero ellas no lo saben, no lo saben hasta que ya es tarde, y ya no pueden hacer nada para arreglarlo. Solo han sido una pobre víctima más de esta sociedad. Ven como todo a su alrededor se va marchitando, se va volviendo negro, y se dan cuenta de que en el cuento del que siempre les habían hablado, en realidad gobierna el malo. Les quitan sus vestidos, les roban sus corceles y les queman sus palacios, y, en un momento, les rompen los sueños y les dejan sin nada. Ahora solo son unas pocas almas blancas deambulando por un mundo negro. No tienen nada. Intentan recuperar esos sueños rotos buscando a un príncipe en vano, en el fondo saben que no lo van a encontrar, pero se aferran a la esperanza de que todo sea solo una pesadilla, y vuelvan a despertar en su dulce cama en palacio. Pero no es así, y poco poco se van dando cuenta. Empiezan a abrir los ojos y ven la horrible realidad. Y entonces es cuando sus almas se empiezan a volver grises, ese gris que lentamente se irá transformando en negro, y una vez más, se habrán ahogado en sus miedos y la sociedad habrá ganado.


2 comentarios:

  1. No hay príncipes ni princesas que salven a nadie. Se tu mismo y tendrás lo que te mereces. ;-) ☆♧

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