sábado, 5 de octubre de 2013

Criaturas salvajes.

Criaturas salvajes, solo somos eso, criaturas vagando en una selva sin fin. Unos son más grandes, otros más pequeños, unos rugen más y otros menos, pero al fin y al cabo solo somos animales. Animales organizados, animales esclavizados por el tiempo y por los horarios. Animales con límites, límites que no deberían existir, ya que somos animales y, como todos, necesitamos sentirnos libres. Límites que no deberían de haberse hecho, límites que todos deseamos atravesar y romper, pero que si lo hacemos podríamos salir malheridos. Pero aún así permitimos que esos límites existan, y lo hacemos por miedo, miedo a los leones. Esos guardianes que controlan la selva, esos que hacen las leyes, esos que nos vigilan día y noche. Si atraviesas los límites, te cogen, te atrapan y te encierran, como ya han hecho con otros muchos. 
Sin embargo todos sabemos que si nos rebelamos contra los leones, acabaríamos ganando, pero nadie lo hace. Muchos lo intentan, pero todos fracasan. Nadie puede contra los felinos, esos que controlan nuestras vidas, esos que se reúnen para intentar mejorar las cosas, pero solo las van empeorando cada vez más, destrozando nuestros pequeños corazones salvajes, convirtiéndonos en tristes animales urbanos. Inventan cada vez más leyes inútiles con las que ellos intentan darnos más libertad, pero que en realidad solo nos van encerrando cada vez más. Pero a ellos les da igual, la verdad es que no les importamos nada, ellos viven felices, siendo los reyes de la selva y teniendo a todos bajo su poder. Poder obtenido a base de mentiras, mentiras y traiciones. Esos leones que acabarán destruyendo la selva sin darse cuenta, a pesar de las muchas advertencias de los animales, hacen oídos sordos a lo que no quieren escuchar. Pero para cuando llegue el día en que se den cuenta de su error, ya será tarde, ya habrán contaminado la selva, y ya no se podrá recuperar. Llegará el día en que bajarán sus cabezas por una vez en su vida, y verán miles de cadáveres, cadáveres de lo que un día fueron sus esclavos. Acabarán cayendo ellos también, sabiendo que podrían haberlo evitado, sus conciencias les atormentarán por dentro los últimos minutos de sus vidas mientras verán pasar sus felices vidas, vidas que acabaron por destrozarlo todo, vidas que llamaron a la muerte.